Mi experiencia en Albergue Seminario Menor fue muy agradable. A pesar de algunos pequeños inconvenientes, como la falta de wifi gratuito y baños compartidos no muy limpios, disfruté de mi habitación individual tipo celda de monje. La ubicación tranquila y las instalaciones útiles lo convierten en un lugar encantador para descansar después del Camino. ¡Recomendaría reservar una habitación individual sin dudarlo!

Desperté en la tranquilidad de la histórica ciudad. La vista era increíble y me recordó a la pintura de un famoso artista español. Salí a explorar los alrededores y probé la deliciosa comida local de los restaurantes tradicionales. Al final del día, disfruté de la música en vivo en un pub cercano. La visita a Cambados fue el broche de oro para este viaje. Recomiendo esta estancia para aquellos que buscan una experiencia cultural auténtica. ¡Volveré con mi hijo para compartir esta maravilla de lugar!

Mi última estancia aquí fue genial! La ubicación con vistas a la ciudad es increíble, ideal para relajarse después de mi Camino. La habitación individual era sencilla pero cómoda, perfecta para descansar lejos del bullicio. Disfruté charlando con otros huéspedes al atardecer. A pesar de eso, la espera para el transporte público fue un poco desafiante, pero no estropeó mi experiencia general. ¡Definitivamente recomendaría este lugar a otros peregrinos! 🌅

Disfruté del ambiente histórico del antiguo seminario, con una ubicación conveniente para explorar Santiago a pie. Aunque las habitaciones eran básicas y faltaban comodidades como sábanas y toallas, la atención del personal fue excelente. Destaco la tranquilidad del jardín y la sala de ocio que contribuyeron a momentos de relajación familiar. Además, la proximidad a emblemáticos lugares como la Catedral de Santiago y la Plaza de Galicia enriquecieron nuestra experiencia de viaje.

Me sentí como un personaje histórico alojándome en un antiguo seminario con unas vistas maravillosas. El ambiente era tranquilo y acogedor, ideal para descansar. Definitivamente, una experiencia única.

Sí, claro, amé tener que salir corriendo a las 9:30 a.m. Sin duda, lo mejor de mi estancia.

El edificio es súper bonito y tranquilo, con vistas increíbles. Me encantó tener una habitación individual después de caminar el Camino de Santiago, y la cocina común fue perfecta para preparar comidas con mis amigos. El personal fue súper amable, y la relación calidad-precio es top.

Me encantó la decoración y el ambiente acogedor del edificio. Los rincones comunes estaban decorados con gusto y calidez, lo que hacía que me sintiera como en casa. Además, la accesibilidad para personas mayores era excelente, con espacios amplios y pasillos bien iluminados que facilitaban la movilidad. Fue reconfortante encontrar un lugar que tuviera en cuenta las necesidades de las personas mayores durante mi estancia.

Mejoraría la experiencia si hubiera personal más sensible a las necesidades de las personas mayores. A veces sentí que los niños que trabajaban allí no estaban lo suficientemente atentos a nuestras necesidades.

Un detalle encantador de este alojamiento es la maravillosa vista que ofrece Belvis Park. Me sentí como un personaje de cuento en un escenario mágico, con las torres de la catedral y la histórica área de Santiago de Compostela como telón de fondo. La ubicación es simplemente espectacular.

Limpieza de habitaciones.

El trato bueno, y las instalaciones suficientes, pero me parece caro teniendo en cuenta que está pensado para peregrinos. Suficientemente cerca del centro.

Ha sido bastante decepcionante..... No pude disponer de la taquilla porque alguien la estaba utilizando, pues la suya tenía la cerradura estropeada. Además me picaron los chinches, lo cual todavía no me había sucedido en todas las ocasiones en que he estado en el Camino.

Mi pareja y yo hemos estado haciendo el Camino de Santiago y nuestro alojamiento en el Albergue ha sido muy satisfacctorio. Reservamos dos celdas particulares en las que hemos podido descansar y relajarnos después de la caminata. El personal del Albergue es muy agradable y atento. Nos ha gustado y seguro que volvemos.

Todo su entorno y su cercanía a la Catedral de Santiago.

Tiene taquillas con llave para guardar cosas. Eso está bien. El precio está aceptable, pero con la de pegas que tiene tengo claro que a la próxima me voy a otro que me traten mejor aunque sea algo más caro. Había internet aunque un poco caro.

Lo peor de todo, la restricción de horarios. Dentro a las 12 de la noche, me parece mal para un albergue en santiago, donde los peregrinos en general no tienen que ir a ninguna parte, e incluso a los que vuelven o van a Finisterre, me parece que les apetecería poder ver un poco la vidilla en Santiago. La excusa del ruido me parece mala, porque en general en las salas comunes hay mucho ruido independientemente de eso. Además, luego vimos que en la mayoría de los otros albergues en santiago no hay esta restricción. Se debería advertir ENORME en la web. Porque te amargan la estancia en Santiago. Además, ni siquiera hay un lugar DENTRO del albergue donde poder estar. Por no poder, ni en la cocina nos dejaron. Ni en el tranco de la puerta! Mucho peor que en otros albergues durante el camino, donde al menos en algún patio o cocina te dejaban quedarte hasta la hora a la que te fueras a acostar. Duchas: Temperatura cercana a la del sol. Para escaldarte que te la pongan fría directamente. No sé si esto se debe a un problema transitorio o es así siempre, pero yo me quemé en la ducha. Y además no salía casi agua. Y probé en varias, varios días. Igual todas las veces. Sábanas de papel + colchones satinados = mala combinación. Es imposible dormir ahí sin que se salgan, con lo que al final acabas durmiendo en el colchón a huevo. Si no eres escrupuloso da un poco igual, pero las medidas que se supone que son para controlar la higiene de los sitios, deberían ser más útiles, pienso yo. Personal: El trato que recibimos en muchos casos fue un poco borde y fuera de tono. Yo que pensaba que la malafollá la teníamos en Graná!

El edificio externamente y vistas hacia la ciudad

Por dentro muy viejo y básico y con muchas escaleras, sobre todo las habitaciones individuales (supermodestas) que estan en la tercera planta y tan lejanas que parece que nunca llegas. Por el precio de la habitación individual hay albergues en el centro, ya que si eres peregrino y despues de andar tanto, cuesta bastante ir ya que esta un poco alejado de la zona de la Catedral.

Arquitectura do edifício

Precisa de mais limpeza e remodelar algumas coisas.

Demasiada cola para la oficina. Solamente una persona atendiendo-